Trouvé 286 Résultats pour: piedra de ayuda

  • Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. (Juan 2, 6)

  • Como insistían, se enderezó y les dijo: «El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra». (Juan 8, 7)

  • Jesús, conmoviéndose nuevamente, llegó al sepulcro, que era una cueva con una piedra encima, (Juan 11, 38)

  • y dijo: «Quiten la piedra». Marta, la hermana del difunto, le respondió: «Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto». (Juan 11, 39)

  • Entonces quitaron la piedra, y Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, te doy gracias porque me oíste. (Juan 11, 41)

  • El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. (Juan 20, 1)

  • Él es la piedraque ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. (Hechos 4, 11)

  • Y a este Moisés, a quien ellos rechazaron diciendo: ¿Quién te ha nombrado jefe o árbitro nuestro?,Dios lo envió como jefe y libertador con la ayuda del ángel que se apareció en la zarza. (Hechos 7, 35)

  • Los discípulos se decidieron a enviar una ayuda a los hermanos de Judea, cada uno según sus posibilidades. (Hechos 11, 29)

  • Y si nosotros somos de la raza de Dios, no debemos creer que la divinidad es semejante al oro, la plata o la piedra, trabajados por el arte y el genio del hombre. (Hechos 17, 29)

  • Como él pensaba ir a Acaya, los hermanos lo alentaron, y escribieron a los discípulos para que lo recibieran de la mejor manera posible. Desde que llegó a Corinto fue de gran ayuda, por la gracia de Dios, para aquellos que habían abrazado la fe, (Hechos 18, 27)

  • Igualmente, el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. (Romanos 8, 26)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina