Trouvé 286 Résultats pour: piedra de ayuda

  • ¿Por qué razón? Porque no recurrieron a la fe sino a las obras. De este modo chocaron contra la piedra de tropiezo, (Romanos 9, 32)

  • como dice la Escritura: Yo pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer, pero el que cree en él, no quedará confundido. (Romanos 9, 33)

  • Pero ahora, voy a Jerusalén para llevar una ayuda a los santos de allí. (Romanos 15, 25)

  • Evidentemente ustedes son una carta que Cristo escribió por intermedio nuestro, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente, no en tablas de piedra, sino de carne, es decir, en los corazones. (II Corintios 3, 3)

  • En efecto, al comprobar el verdadero carácter de la ayuda que ustedes les prestan, ellos glorificarán a Dios por la obediencia con que ustedes confiesan la Buena Noticia de Cristo y por la generosidad con que están unidos a ellos y a todos. (II Corintios 9, 13)

  • Yo he despojado a otras Iglesias, aceptando su ayuda, para poder servirlos a ustedes. (II Corintios 11, 8)

  • Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. (Efesios 2, 20)

  • Porque sé que esto servirá para mi salvación, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo. (Filipenses 1, 19)

  • Espero, con la ayuda del Señor Jesús, enviarles muy pronto a Timoteo para tener noticias de ustedes y experimentar yo mismo un alivio. (Filipenses 2, 19)

  • Conserva lo que se te ha confiado, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. (II Timoteo 1, 14)

  • ¿Acaso no son todos ellos espíritus al servicio de Dios, enviados en ayuda de los que van a heredar la salvación? (Hebreos 1, 14)

  • Al acercarse a él, la piedra viva, rechazada por los hombres pero elegida y preciosa a los ojos de Dios, (I Pedro 2, 4)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina