Salmos, 118
28. Tú eres mi Dios, te doy gracias; ¡Dios mío, te digo que eres grande!
28. Tú eres mi Dios, te doy gracias; ¡Dios mío, te digo que eres grande!
El Salmo 118 es un himno de alabanza y acción de gracias a Dios, enfatizando la confianza del salmista en Dios como su refugio y salvación. Los versos elegidos a continuación están relacionados con los temas de confianza en Dios, la victoria y la salvación.
Isaías 12:2: "He aquí, Dios es mi salvación; confiaré y no temeré porque el Señor Dios es mi fuerza y mi canción, y se convirtió en mi salvación". Este versículo enfatiza la confianza en Dios como la fuente de salvación y fuerza.
1 Corintios 15:57: "Pero gracias a Dios que nos da la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo". Este versículo habla sobre la victoria que tenemos en Jesucristo y que Dios otorga.
Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconoce al Señor en todos tus caminos, y él enderezará tus caminos". Estos versículos enfatizan la confianza en Dios en lugar de confiar en nuestro propio entendimiento.
Romanos 10:11: "Como dice la Escritura, todos los que creen en él no estarán confundidos". Este versículo destaca la confianza en Dios como garantía de no estar confundido o avergonzado.
2 Samuel 22:2-3: "El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi liberador. Mi Dios es mi roca, en la que me refugio. Él es mi escudo y el poder que me salva, mi torre alta". Estos versos destacan la confianza en Dios como nuestro refugio, Fortaleza y Salvador.
“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina