pronađen 305 Rezultati za: -dice

  • Dios no ha rechazado a su Pueblo, al que eligió de antemano. ¿Ustedes no saben acaso lo que dice la Escritura en la historia de Elías? Él se quejó de Israel delante de Dios, diciendo: (Romanos 11, 2)

  • Y entonces todo Israel será salvado, según lo que dice la Escritura: De Sión vendrá el Libertador. Él apartará la impiedad de Jacob. (Romanos 11, 26)

  • Queridos míos, no hagan justicia por sus propias manos, antes bien, den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Yo castigaré. Yo daré la retribución, dice el Señor. (Romanos 12, 19)

  • porque está escrito: Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda lengua dará gloria a Dios, dice el Señor. (Romanos 14, 11)

  • Porque tampoco Cristo buscó su propia complacencia, como dice la Escritura: Cayeron sobre mí los ultrajes de los que te agravian. (Romanos 15, 3)

  • y para que los paganos glorifiquen a Dios por su misericordia. Así lo enseña la Escritura cuando dice: Yo te alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu Nombre. (Romanos 15, 9)

  • Y en otra parte dice: ¡Pueblos extranjeros, alégrense con el Pueblo de Dios! (Romanos 15, 10)

  • Y el profeta Isaías dice a su vez: Aparecerá el brote de Jesé, el que se alzará para gobernar las naciones paganas: y todos los pueblos pondrán en él su esperanza. (Romanos 15, 12)

  • Así dice la Escritura: Lo verán aquellos a los que no se les había anunciado y comprenderán aquellos que no habían oído hablar de él. (Romanos 15, 21)

  • Nosotros anunciamos, como dice la Escritura, lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman. (I Corintios 2, 9)

  • Cuando uno dice: «Yo soy de Pablo», y el otro: «Yo de Apolo», ¿acaso no están procediendo como lo haría cualquier hombre? (I Corintios 3, 4)

  • Porque la sabiduría de este mundo es locura delante de Dios. En efecto, dice la Escritura: Él sorprende a los sabios en su propia astucia, (I Corintios 3, 19)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina