pronađen 76 Rezultati za: higuera estéril

  • Y tú dirás en tu corazón: "¿Quién me engendró estos hijos? Yo estaba sin hijos, estéril, desterrada y dejada de lado; y a estos ¿quién los crió? Yo me había quedado sola, y estos ¿dónde estaban?". (Isaías 49, 21)

  • ¡Grita de alegría, estéril, tú que no has dado a luz; prorrumpe en gritos de alegría, aclama, tú que no has conocido los dolores del parto! Porque los hijos de la mujer desamparada son más numerosos que los de la desposada, dice el Señor. (Isaías 54, 1)

  • así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé. (Isaías 55, 11)

  • Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará tus rebaños y tu ganado, devorará tu viña y tu higuera, destruirá con la espada tus plazas fuertes, en las que tienes puesta tu confianza. (Jeremías 5, 17)

  • Cuando quiero cosechar entre ellos -oráculo del Señor- no hay uvas en la viña, no hay higos en la higuera, y el follaje está marchito. (Jeremías 8, 13)

  • Devastaré su viña y su higuera, de las que ella decía: "Este es el salario que me dieron mis amantes". Las convertiré en una selva y las devorarán los animales del campo. (Oseas 2, 14)

  • Como uvas en el desierto, yo encontré a Israel; como una breva en la higuera, al comienzo de la estación, yo vi a sus padres. Pero, al llegar a Baal Peor, se consagraron a la Ignominia y se hicieron abominables como el objeto de su amor. (Oseas 9, 10)

  • ¡Dales, Señor...! ¿Qué les darás? Dales un vientre estéril y pechos resecos. (Oseas 9, 14)

  • ¡Él convirtió mi viña en una desolación e hizo trizas mi higuera; las peló por completo y las derribó, y sus ramas se volvieron blancas! (Joel 1, 7)

  • La viña está seca y la higuera marchita; granados, palmeras y manzanos, todos los árboles del campo se han secado. Sí, el gozo, lleno de confusión, se ha apartado de los seres humanos. (Joel 1, 12)

  • ¡No teman, animales del campo! Los pastizales de la estepa han reverdecido, los árboles producen sus frutos, la higuera y la viña dan sus riquezas. (Joel 2, 22)

  • Cada uno se sentará bajo su parra y bajo su higuera, sin que nadie lo perturbe, porque ha hablado la boca del Señor de los ejércitos. (Miqueas 4, 4)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina