3. Construyeron el altar en el mismo lugar, a pesar del miedo que tenían de la gente del país, y ofrecieron en él víctimas consumidas por el fuego, sacrificio de la mañana y de la tarde.





“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina