Talált 362 Eredmények: Bajó
Caminó por el desierto todo un día y se sentó bajo un árbol. Allí deseó la muerte y se dijo: «Ya basta, Yavé. Toma mi vida, pues yo voy a morir como mis padres.» (1 Reyes 19, 4)
Apenas escuchó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a la viña de Nabot para tomar posesión de ella. (1 Reyes 21, 16)
Al tercero bajó Josafat, rey de Judá, donde el rey de Israel. (1 Reyes 22, 2)
Respondió Elías al jefe de los cincuenta hombres: «Si soy hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore a ti y a tus hombres.» Bajó fuego del cielo y los devoró a todos. (2 Reyes 1, 10)
Respondió Elías: «Si soy hombre de Dios, que baje el fuego del cielo y te devore a ti y a tus hombres.» Bajó fuego del cielo y los devoró a todos. (2 Reyes 1, 12)
Ya sé que bajó dos veces fuego del cielo y ha consumido a los cincuenta hombres con sus jefes. Ahora, pues, dígnate perdonarme la vida.» (2 Reyes 1, 14)
Entonces el ángel de Yavé dijo a Elías: «Baja con él y no lo temas.» Se levantó, pues, y bajó con él donde el rey, (2 Reyes 1, 15)
Cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestiduras. Estaba sobre la muralla y el pueblo vio que bajo su túnica llevaba un saco. (2 Reyes 6, 30)
El rey había mandado a su escudero que vigilara la entrada de la ciudad, pero fue pisoteado ahí mismo por la muchedumbre, y murió, según lo había dicho Eliseo cuando el rey bajó a verlo. (2 Reyes 7, 17)
Cuando Eliseo enfermó del mal que lo llevó a la muerte, bajo donde él Joás, rey de Israel, y lloró sobre su rostro, diciendo: «¡Padre mío, padre mío, carro y caballos de Israel!» (2 Reyes 13, 14)
Ofreció sacrificios en los santuarios de las lomas, en las colinas y bajo todo árbol frondoso. (2 Reyes 16, 4)
Se pusieron imágenes y troncos sagrados sobre todas las lomas y bajo todo árbol frondoso. (2 Reyes 17, 10)