Talált 153 Eredmények: Efraím

  • Fueron, pues, donde el sumo sacerdote Helquías y le entregaron el dinero traído a la Casa de Dios, es decir, todo lo que los levitas y porteros habían recibido de Manasés y de Efraím y de todo el resto de Israel, de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén. (2 Crónicas 34, 9)

  • El pueblo salió y trajeron ramas y se hicieron cabañas en el techo de sus casas, o en sus patios, o en los patios de la Casa de Yavé, o en la plaza de la Puerta del Agua o en la plaza de la Puerta de Efraím. (Nehemías 8, 16)

  • por encima de la Puerta de Efraím, la Puerta de Jesena, la puerta del Pescado, la Torre de Jananel, hasta la Puerta de las Ovejas, y nos detuvimos en la Puerta de la Cárcel. (Nehemías 12, 39)

  • Cuando llevaron esta noticia al palacio de David: «Los de Aram están acampados en el territorio de Efraím», el corazón del rey y de la gente se puso a palpitar como se estremecen los árboles del bosque movidos por el viento. (Isaías 7, 2)

  • Rasín, rey de Aram, y el hijo de Romelía se han enfurecido, ¿y qué? Es cierto que Aram, Efraím y el hijo de Romelía han resuelto acabar contigo, y han dicho: (Isaías 7, 5)

  • Samaria es la capital de Efraím, y el hijo de Romelía es sólo jefe de Samaria.(Pues bien, dentro de cinco o seis años Efraím será destruido, dejará de ser un pueblo.) Pero si ustedes no creen, no permanecerán. (Isaías 7, 9)

  • y Yavé te enviará a ti, a tu pueblo y familia, días tan malos como nunca los hubo desde que Efraím se separó de Judá. (Isaías 7, 17)

  • Todo ese pueblo ha sido testigo, la gente de Efraím y los habitantes de Samaria. Perose hicieron fuertes y dijeron con soberbia: (Isaías 9, 8)

  • Manasés se come a Efraím, Efraím a Manasés, y ambos se lanzan contra Judá. Ni con eso se le ha pasado el enojo, y su mano sigue amenazante. (Isaías 9, 22)

  • Entonces se acabará la envidia de Efraím y los enemigos de Judá serán aplastados; Efraím ya no tendrá envidia de Judá y Judá no será más enemigo de Efraím. (Isaías 11, 13)

  • Va a desaparecer el reino de Damasco, que era una protección para Efraím; pues lo que quede de Aram y de su gloria no valdrá más que los israelitas, dice Yavé de los Ejércitos. (Isaías 17, 3)

  • ¡Ay de esa ciudad, pretenciosa corona de los borrachos de Efraím, esplendido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil! ¡Todos quedan tendidos por el vino! (Isaías 28, 1)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina