Talált 152 Eredmények: Encuentro

  • Pilato se dirigió a los jefes de los sacerdotes y a la multitud. Les dijo: «Yo no encuentro delito alguno en este hombre.» (Evangelio según San Lucas 23, 4)

  • Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: «Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo. (Evangelio según San Juan 1, 29)

  • Al saber que Jesús había vuelto de Judea a Galilea, salió a su encuentro para pedirle que fuera a sanar a su hijo, que se estaba muriendo. (Evangelio según San Juan 4, 47)

  • Apenas Marta supo que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en casa. (Evangelio según San Juan 11, 20)

  • Entonces tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Rey de Israel!» (Evangelio según San Juan 12, 13)

  • y muchos otros vineron a su encuentro a causa de la noticia de este milagro. (Evangelio según San Juan 12, 18)

  • Pilato dijo: «¿Y qué es la verdad?» Dicho esto, salió de nuevo donde estaban los judíos y les dijo: «Yo no encuentro ningún motivo para condenar a este hombre. (Evangelio según San Juan 18, 38)

  • Pilato volvió a salir y les dijo: «Miren, se lo traigo de nuevo fuera; sepan que no encuentro ningún delito en él.» (Evangelio según San Juan 19, 4)

  • Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los guardias del Templo comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!» Pilato contestó: «Tómenlo ustedes y crucifíquenlo, pues yo no encuentro motivo para condenarlo.» (Evangelio según San Juan 19, 6)

  • Cuando Pedro estaba para entrar, Cornelio le salió al encuentro, se arrodilló y se inclinó ante él. (Hecho de los Apóstoles 10, 25)

  • Mientras íbamos un día al lugar de oración, salió a nuestro encuentro una muchacha esclava que estaba poseída por un espíritu adivino. Adivinando la suerte producía mucha plata a sus amos. (Hecho de los Apóstoles 16, 16)

  • Llevábamos allí algunos días, cuando nos salió al encuentro un profeta de Judea, llamado Agabo. (Hecho de los Apóstoles 21, 10)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina