Talált 152 Eredmények: Encuentro

  • el cual salió al encuentro de Asá y le dijo: «¡Escúchenme ustedes, Asá y toda la gente de Judá y Benjamín! Yavé estará con ustedes mientras ustedes estén con él; si ustedes lo buscan, él se dejará hallar, pero si ustedes lo abandonan, él los abandonará a ustedes. (2 Crónicas 15, 2)

  • le salió al encuentro Jehú, hijo de Jananí, el vidente, y le dijo al rey: «¿Debías tú ayudar al malo y favorecer a los que aborrecen a Yavé? Por esto ha caído sobre ti la cólera de Yavé. (2 Crónicas 19, 2)

  • No tendrán que pelear en este lugar sino que se pararán y verán la salvación de Yavé sobre ustedes, oh Judá y Jerusalén. No teman ni se acobarden, salgan mañana al encuentro de ellos pues Yavé estará con ustedes.» (2 Crónicas 20, 17)

  • Había allí un profeta de Yavé, llamado Obred, que salió al encuentro del ejército que volvía a Samaria y les dijo: «Miren que Yavé, el Dios de sus padres, estaba irritado contra la gente de Judá y por esto los ha entregado en manos de ustedes. Pero ustedes los han matado con una crueldad increíble. (2 Crónicas 28, 9)

  • Después de todo esto, cuando Josías había reparado la Casa de Yavé, subió Nekó, rey de Egipto, para combatir en Karkemis, junto al Eufrates. Josías le salió al encuentro. (2 Crónicas 35, 20)

  • Tobit, contento y alabando a Dios, salió al encuentro de su nuera a la puerta de Nínive. Todos los que lo veían caminar sin ayuda de nadie quedaban maravillados. Tobit proclamaba delante de ellos que Dios había tenido piedad de él y lo había sanado. (Tobías 11, 16)

  • Así los habrás castigado duramente por su rebeldía y por no haber salido a tu encuentro pacíficamente.» (Judit 7, 15)

  • Ambas caminaban rápidamente por el valle, cuando les salieron al encuentro centinelas asirios, (Judit 10, 11)

  • Ya no encuentro en mí fuerza que me salve y toda ayuda se ha ido lejos de mí. (Job 6, 13)

  • Si me doy la razón, mi boca puede condenarme, y si me encuentro inocente, ella me declarará culpable. (Job 9, 20)

  • si lo busco al norte, no lo encuentro; si vuelvo al mediodía, no lo veo. (Job 23, 9)

  • Mis entrañas se agitan sin descanso, porque me vinieron al encuentro días de aflicción. (Job 30, 27)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina