Talált 859 Eredmények: Gad

  • De nuevo declaro a todo el que se haga circuncidar: ahora estás obligado a practicar toda la Ley. (Carta a los Gálatas 5, 3)

  • Ustedes, que se ganan méritos con las observancias de la Ley, se han desligado de Cristo y se han apartado de la gracia. (Carta a los Gálatas 5, 4)

  • Tengo la convicción en el Señor de que piensan como yo, pero el que los perturba, sea quien fuere, debe ser juzgado. (Carta a los Gálatas 5, 10)

  • de la que he llegado a ser servidor sin mérito alguno mío, pues Dios me concedió esta gracia en el momento que su fuerza actuó en mí. (Carta a los Efesios 3, 7)

  • Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados en el amor y en él puedan edificarse. (Carta a los Efesios 3, 17)

  • Celebren, pues, alegremente su llegada, como conviene en el Señor, y estimen mucho a personas como él, (Carta a los Filipenses 2, 29)

  • Pero por supuesto, perseveren en la fe; muéstrense firmes, cimentados en ella; no se desvíen de su esperanza; tengan siempre presente el Evangelio que han oído, que ha sido predicado a toda criatura en este mundo, y del que yo Pablo he llegado a ser encargado. (Carta a los Colosenses 1, 23)

  • Esta me ha sido encargada por cuanto recibí de Dios la misión de llevar a efecto entre ustedes su proyecto, (Carta a los Colosenses 1, 25)

  • Permanezcan arraigados en él y edificados sobre él; estén firmes en la fe, tal como fueron instruidos, y siempre dando gracias. (Carta a los Colosenses 2, 7)

  • Digan a Arquipo: «No descuides el servicio que te fue encargado en el Señor y trata de cumplirlo bien.» (Carta a los Colosenses 4, 17)

  • Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios Padre y en Cristo Jesús el Señor: Permanezcan con ustedes la gracia y la paz. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 1)

  • Dios mismo nos ha examinado y nos ha encargado su evangelio, y por tanto nuestra predicación procura agradar, no a los hombres, sino a Dios, que penetra los corazones. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 4)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina