Talált 74 Eredmények: Gog

  • Al salir de la Sinagoga, Jesús fue a la casa de Simón y Andrés con Santiago y Juan. (Evangelio según San Marcos 1, 29)

  • Otro día entró Jesús en la sinagoga y se encontró con un hombre que tenía la mano paralizada. (Evangelio según San Marcos 3, 1)

  • En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies (Evangelio según San Marcos 5, 22)

  • Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya al Maestro?» (Evangelio según San Marcos 5, 35)

  • Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga y mucha gente lo escuchaba con estupor. Se preguntaban: «¿De dónde le viene todo esto? ¿Y qué pensar de la sabiduría que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos? (Evangelio según San Marcos 6, 2)

  • a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en los banquetes; (Evangelio según San Marcos 12, 39)

  • Pero ustedes preocúpense de sí mismos, porque van a ser apresados y entregados a los tribunales judíos, serán azotados en las sinagogas y tendrán que presentarse ante los gobernadores y reyes por mi causa, para ser mis testigos ante ellos. (Evangelio según San Marcos 13, 9)

  • Enseñaba en las sinagogas de los judíos y todos lo alababan. (Evangelio según San Lucas 4, 15)

  • Llegó a Nazaret, donde se había criado, y el sábado fue a la sinagoga, como era su costumbre. Se puso de pie para hacer la lectura, (Evangelio según San Lucas 4, 16)

  • Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras; (Evangelio según San Lucas 4, 28)

  • Se hallaba en la sinagoga un hombre endemoniado, y empezó a gritar: (Evangelio según San Lucas 4, 33)

  • Al salir Jesús de la sinagoga fue a casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le rogaron por ella. (Evangelio según San Lucas 4, 38)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina