Talált 74 Eredmények: Gog

  • Se le echaron encima algunos de la sinagoga llamada de los libertos, y otros llegados de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia. Se pusieron a discutir con Esteban, (Hecho de los Apóstoles 6, 9)

  • y le pidió poderes escritos para las sinagogas de Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 9, 2)

  • y en seguida se fue por las sinagogas proclamando a Jesús como el Hijo de Dios. (Hecho de los Apóstoles 9, 20)

  • Llegados a Salamina, comenzaron a anunciar la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan les hacía de asistente. (Hecho de los Apóstoles 13, 5)

  • mientras ellos, dejando Perge, llegaban a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. (Hecho de los Apóstoles 13, 14)

  • Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos, si ustedes tienen alguna palabra de aliento para los presentes, hablen.» (Hecho de los Apóstoles 13, 15)

  • Al salir Pablo y Bernabé de la sinagoga, les rogaban que de nuevo les volvieran a hablar de este tema el sábado siguiente. (Hecho de los Apóstoles 13, 42)

  • En Iconio ocurrió lo mismo. Pablo y Bernabé entraron en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que un gran número de judíos y griegos abrazaron la fe. (Hecho de los Apóstoles 14, 1)

  • Porque desde tiempos antiguos leen a Moisés en las sinagogas todos los sábados, y tiene predicadores en cada ciudad.» (Hecho de los Apóstoles 15, 21)

  • Pablo y Silas atravesaron Anfípolis y Apolonia, y llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga. (Hecho de los Apóstoles 17, 1)

  • Aquella misma noche los hermanos enviaron a Pablo y Silas a la ciudad de Berea. Al llegar se dirigieron a la sinagoga de los judíos. (Hecho de los Apóstoles 17, 10)

  • Empezó a tener contactos en la sinagoga con judíos y con griegos que temían a Dios, hablando también con los que diariamente se encontraban en las plazas de la ciudad. (Hecho de los Apóstoles 17, 17)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina