Talált 74 Eredmények: Gog

  • Todos los sábados Pablo entablaba discusiones en la sinagoga, tratando de convencer tanto a los judíos como a los griegos. (Hecho de los Apóstoles 18, 4)

  • Pablo cambió de lugar y se fue a la casa de un tal Tito Justo, de los que temen a Dios, que estaba pegada a la sinagoga. (Hecho de los Apóstoles 18, 7)

  • Crispo, uno de los dirigentes de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia, y de los corintios que escuchaban a Pablo, muchos creían y se hacían bautizar. (Hecho de los Apóstoles 18, 8)

  • Entonces toda la chusma agarró a Sóstenes, que era un dirigente de la sinagoga, y empezaron a golpearlo delante del tribunal, pero Galión no se preocupó por tanto. (Hecho de los Apóstoles 18, 17)

  • Así fue como llegaron a Efeso, y allí dejó que ellos se fueran. Pablo entró en la sinagoga y empezó a discutir con los judíos. (Hecho de los Apóstoles 18, 19)

  • Hablaba, pues, con mucha convicción en la sinagoga. Al oírlo Aquila y Priscila, lo llevaron consigo y le expusieron con mayor precisión el camino. (Hecho de los Apóstoles 18, 26)

  • Pablo entró en la sinagoga y durante tres meses les habló con convicción sobre el Reino de Dios, tratando de persuadirles. (Hecho de los Apóstoles 19, 8)

  • Yo respondí: «Señor, ellos saben que yo recorría las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti. (Hecho de los Apóstoles 22, 19)

  • y que nadie me sorprendió discutiendo en el Templo o alborotando a la gente ni en las sinagogas ni en la ciudad; (Hecho de los Apóstoles 24, 12)

  • Recorría las sinagogas y multiplicaba los castigos para obligarlos a renegar de su fe, y tal era mi furor contra ellos, que los perseguía hasta fuera de nuestras fronteras. (Hecho de los Apóstoles 26, 11)

  • Un servidor del Señor no debe ser peleador, sino comprensivo con todos, buen pedagogo, paciente en las incomprensiones. (2º Carta a Timoteo 2, 24)

  • Sé que sufres y eres pobre, y, sin embargo, eres rico. Sé cómo te calumnian los que pretenden ser judíos y no lo son, pues su sinagoga es la de Satanás. (Apocalipsis 2, 9)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina