Talált 537 Eredmények: Mujer
harás cortar la mano de la mujer sin piedad. (Deuteronomio 25, 12)
Maldito el que se acueste con la mujer de su padre y deshonre así su cama. Todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 20)
La mujer más tierna y delicada de tu pueblo, tan delicada y tierna que hacía ademanes para posar en tierra la planta de su pie, se esconderá del hombre que se acuesta con ella, e incluso de su hijo o de su hija, (Deuteronomio 28, 56)
Ojalá no haya, pues, entre ustedes hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yavé para ir a servir a los dioses de esas naciones. Ojalá no broten entre ustedes plantas venenosas y amargas. (Deuteronomio 29, 17)
Pero la mujer los había escondido, y respondió: «Es verdad que llegaron a mi casa, pero yo no sabía de dónde eran. (Josué 2, 4)
La mujer los había escondido en la techumbre de la casa, tapándolos con paquetes de lino que allí guardaba. (Josué 2, 6)
La mujer subió entonces a donde tenía escondidos a los exploradores de Josué y les dijo: (Josué 2, 8)
Estos jóvenes hicieron salir a la mujer llamada Rahab, a su padre, a su madre y sus hermanos con sus familiares, y los colocaron a salvo fuera del campamento de Israel. (Josué 6, 23)
Débora le contestó: «Iré contigo, pero si empiezas así, el honor de la victoria no será tuyo, sino que Sísara será muerto por una mujer.» De este modo Débora fue con Barac a Cadés. (Jueces 4, 9)
La mujer destapó el odre de la leche, le dio de beber y volvió a cubrirlo con una manta. (Jueces 4, 19)
Entonces la mujer tomó un martillo y una estaca de la tienda, se acercó a él despacito y le clavó en la cabeza la estaca, que se fijó en la tierra. (Jueces 4, 21)
Bendita entre las mujeres Yael, mujer de Heber, el quenita; entre las mujeres que habitan en tiendas, ¡bendita seas! (Jueces 5, 24)