Talált 113 Eredmények: Vieron

  • Los que lo conocían desde niño, cuando lo vieron cantando con los profetas, se decían entre sí: «¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl está profetizando?» (1 Samuel 10, 11)

  • Fueron corriendo a sacarlo de allí y, una vez en medio del pueblo, vieron que sobresalía, de los hombros arriba, sobre todos los demás. (1 Samuel 10, 23)

  • Pero, cuando vieron que Najás, rey de los amonitas, los atacaba, me dijeron: ¡No!, que reine un rey sobre nosotros, a pesar de que Yavé, su Dios, era rey de ustedes. (1 Samuel 12, 12)

  • Cuando los israelitas se vieron en peligro, la gente empezó a huir: unos se escondían en las cavernas, en los subterráneos o entre las rocas; otros se metían en las criptas o en los pozos. (1 Samuel 13, 6)

  • Los vigías de Saúl que estaban en Guibea de Benjamín vieron que la gente del campamento se dispersaba y se movía de un lado para otro. (1 Samuel 14, 16)

  • Ante esta situación, Saúl ordenó a sus hombres que se pusieran en fila para ver quién faltaba. Luego que pasó revista a sus tropas, vieron que faltaba Jonatán y su escudero. (1 Samuel 14, 17)

  • por eso Saúl dijo al sacerdote: «Retira tu mano.» Saúl reunió a toda su tropa y se dirigieron al campo de batalla; allí vieron que la confusión era total y que unos y otros se herían con sus espadas. (1 Samuel 14, 20)

  • pero a pesar de que la vieron corriendo en el suelo, nadie se atrevió a tomarla, ya que temían el juramento del rey. (1 Samuel 14, 26)

  • Los israelitas, apenas lo vieron, empezaron a retroceder, llenos de miedo. (1 Samuel 17, 24)

  • Saúl, pues, envió unos soldados para que lo tomaran preso. Ellos vieron a la comunidad de los profetas «profetizando»; es decir, que estaban en trance, con Samuel al frente de ellos. Entonces el espíritu de Yavé se apoderó de los soldados, que también empezaron a profetizar. (1 Samuel 19, 20)

  • Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, vieron que había sido incendiada y que habían desaparecido sus mujeres y sus hijos. (1 Samuel 30, 3)

  • Los israelitas que vivían en la parte alta del valle y al otro lado del Jordán vieron huir a las tropas de Israel. Cuando supieron que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus pueblos y huyeron y los filisteos subieron a ocuparlos. (1 Samuel 31, 7)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina