Talált 709 Eredmények: elección de la mejor parte

  • Si vienes con nosotros, tendrás tu parte en todos los favores que Dios nos haga. (Números 10, 32)

  • Si así es como me quieres tratar, mejor mátame, te lo ruego; con eso me harías un favor y me vería libre de esta desgracia!" (Números 11, 15)

  • Los israelitas se enojaron con Moisés y Aarón y toda la comunidad les dijo: "¿Por qué no morimos mejor en Egipto? ¿Por qué no morimos mejor en el desierto? (Números 14, 2)

  • ¿Por qué Yavé nos lleva a esa tierra? ¿Para que allí nos maten a espada y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean esclavos? ¿No sería mejor para nosotros volver a Egipto?" (Números 14, 3)

  • Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que habían formado parte de los espías, rasgaron sus ropas. (Números 14, 6)

  • y estén ya comiendo del pan de esa tierra, separarán una parte para Yavé. (Números 15, 19)

  • Le darán una parte a Yavé de generación en generación; serán las primicias de la masa de ustedes. (Números 15, 21)

  • Yavé dijo a Aarón: "Te doy la parte que se reserva para mí de todas las ofrendas de los Israelitas. Te la doy debido a la consagración que recibieron tú y tus hijos: es una ley perpetua. (Números 18, 8)

  • Te doy además las primicias que los Israelitas presentan a Yavé, lo mejor del aceite, del vino nuevo y del trigo. (Números 18, 12)

  • Yavé dijo además a Aarón: Tú no tendrás territorio alguno en el país ni habrá parte alguna para ti en medio de tu pueblo. Porque yo mismo soy tu parte y tu heredad en medio de los Israelitas. (Números 18, 20)

  • El diezmo que los israelitas separan en honor de Yavé, se los doy a los Levitas como parte de su herencia. Por eso les he dicho que no tendrán heredad entre los Israelitas. (Números 18, 24)

  • Transmitirás esto a los Levitas: Cuando perciban de los Israelitas el diezmo que les otorgo en herencia, reservarán una parte para Yavé: será el diezmo del diezmo. (Números 18, 26)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina