Talált 88 Eredmények: huesos secos
Me hizo recorrer el valle en todos los sentidos; los huesos esparcidos por el suelo eran muy numerosos, y estaban completamente secos. (Ezequiel 37, 2)
Entonces me dijo: "¿Hijo de hombre, podrán revivir estos huesos?" Respondí: "Yavé, tú lo sabes". (Ezequiel 37, 3)
Me dijo: "Profetiza con respecto a estos huesos, les dirás: ¡Huesos secos, escuchen la palabra de Yavé! (Ezequiel 37, 4)
Esto dice Yavé a estos huesos: Haré que entre en ustedes un espíritu, y vivirán. (Ezequiel 37, 5)
Hice según lo que se me había ordenado y, mientras profetizaba, se produjo una gran agitación: los huesos se acercaron unos a otros. (Ezequiel 37, 7)
Yavé me dijo entonces: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ahora dicen: "Nuestros huesos se han secado, nuestras esperanzas han muerto, hemos sido rechazados". (Ezequiel 37, 11)
Recorrerán el país, y el que vea huesos humanos, levantará al lado una pila de piedras: luego los enterradores los sepultarán en el valle de Hamón-Gog (Ezequiel 39, 15)
La viña se ha secado y la higuera languidece; el granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo están secos, y se nos fue la alegría como avergonzada. (Joel 1, 12)
Así dice Yavé: «Mi sentencia en contra de Moab por sus muchos crímenes será sin apelación. Por haber quemado los huesos del rey de Edom hasta reducirlos a cenizas, (Amós 2, 1)
y cuando se presenten los deudos para sacar sus huesos, si a uno, que está al fondo le preguntan: Oye, ¿queda alguien por allá?, (Amós 6, 10)
Ustedes descueran vivos a los de mi pueblo y les arrancan la carne de sus huesos. (Miqueas 3, 2)
Ustedes pueden comerse la carne de mi pueblo, partir sus huesos y echarlos a la olla, (Miqueas 3, 3)