Talált 345 Eredmények: prueba de las aguas amargas

  • Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. (Marcos 8, 11)

  • Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?». (Marcos 10, 2)

  • Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. (Lucas 6, 48)

  • En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande». (Lucas 6, 49)

  • Y entonces, un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?». (Lucas 10, 25)

  • Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. (Lucas 11, 16)

  • Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. (Juan 6, 6)

  • Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. (Juan 8, 6)

  • Algunos exorcistas ambulantes judíos, hicieron la prueba de pronunciar el nombre del Señor Jesús sobre los poseídos por los malos espíritus, diciendo: «Yo los conjuro por ese Jesús que anuncia Pablo». (Hechos 19, 13)

  • y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa, (Romanos 2, 15)

  • Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores. (Romanos 5, 8)

  • Si la obra construida sobre el fundamento resiste la prueba, el que la hizo recibirá la recompensa; (I Corintios 3, 14)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina