Talált 388 Eredmények: Puso

  • Fue ella y se puso a espigar en el campo detrás de los segadores, y quiso su suerte que fuera a dar en una parcela de Booz, el de la familia de Elimélek. (Rut 2, 3)

  • Booz comió y bebió y su corazón se puso alegre. Entonces fue a acostarse junto al montón de cebada. Vino ella sigilosamente, descubrió un sitio a sus pies y se acostó. (Rut 3, 7)

  • El dijo: «Trae el manto que tienes encima y sujeta bien.» Sujetó ella, y él midió seis medidas de cebada y se las puso a cuestas, y él entró en la ciudad. (Rut 3, 15)

  • Tomó Noemí al niño y le puso en su seno y se encargó de criarlo. (Rut 4, 16)

  • Pero después que hubieron comido en la habitación, se levantó Ana y se puso ante Yahveh. - El sacerdote Elí estaba sentado en su silla, contra la jamba de la puerta del santuario de Yahveh. (I Samuel 1, 9)

  • Cuando Samuel se hizo viejo, puso a sus hijos como jueces en Israel. (I Samuel 8, 1)

  • Desde allí fueron a Guibeá, y he aquí que venía frente a él un grupo de profetas; le invadió el espíritu de Dios y se puso en trance en medio de ellos. (I Samuel 10, 10)

  • Samuel dictó al pueblo el fuero real y lo puso por escrito, depositándolo delante de Yahveh, y despidió Samuel a cada cual a su casa. (I Samuel 10, 25)

  • Cuando Jacob entró en Egipto, los egipcios los oprimieron y vuestros padres clamaron a Yahveh. Entonces Yahveh envió a Moisés y Aarón que sacaron a vuestros padres de Egipto y los puso en este lugar. (I Samuel 12, 8)

  • Mandó Saúl que vistieran a David con sus propios vestidos y le puso un casco de bronce en la cabeza y le cubrió con una coraza. (I Samuel 17, 38)

  • Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco cantos lisos y los puso en su zurrón de pastor, en su morral , y con su honda en la mano se acercó al filisteo. (I Samuel 17, 40)

  • David lograba éxito en todas las campañas que Saúl le encomendaba, y le puso Saúl al frente de hombres de guerra, y se hizo querer de todo el pueblo, también de los servidores de Saúl. (I Samuel 18, 5)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina