Talált 110 Eredmények: Desgracia

  • En el día de mi desgracia me asaltaron, pero el Señor me sirvió de apoyo. (II Samuel 22, 19)

  • voy a acarrear sobre ti la desgracia: barreré tu posteridad y exterminaré de Ajab todo varón, esclavo y libre, de Israel. (I Reyes 21, 21)

  • "¿Has visto cómo Ajab se ha humillado ante mí? Por eso, no acarrearé la desgracia sobre su casa en sus días, sino en los días de su hijo". (I Reyes 21, 29)

  • Aún estaba hablando con ellos, cuando el rey bajó adonde él estaba y le dijo: "Esta desgracia procede del Señor. ¿Qué más puedo esperar de él?". (II Reyes 6, 33)

  • Como has derrotado a Edón, te has engreído. Goza de tu gloria y quédate en tu casa. ¿Por qué quieres acarrearte la desgracia, para que caigas tú y Judá contigo?". (II Reyes 14, 10)

  • Esto dice el Señor: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, es decir, todas las palabras del libro que ha oído el rey de Judá, (II Reyes 22, 16)

  • Hijo de Carmí: Acar, que fue la desgracia para Israel por haber violado la ley del anatema. (I Crónicas 2, 7)

  • Luego envió al ángel destructor a Jerusalén y, cuando ya estaba a punto de exterminarla, el Señor sintió compasión por tanta desgracia y dijo al ángel exterminador: "Basta, retira tu mano". El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo. (I Crónicas 21, 15)

  • Si nos sobreviene la desgracia, si la espada, el castigo, la peste o el hambre se abaten sobre nosotros, nos presentaremos en este templo delante de ti, porque en este santuario habita tu nombre, y en medio de nuestra angustia clamaremos a ti, y tú nos escucharás y nos salvarás. (II Crónicas 20, 9)

  • Como has derrotado a Edón, te has engreído. Goza de tu gloria y quédate en tu casa. ¿Por qué quieres acarrearte la desgracia, y que caigas tú y Judá contigo?". (II Crónicas 25, 19)

  • Esto dice el Señor: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, es decir, todas las maldiciones escritas en el libro que ha sido leído al rey de Judá, (II Crónicas 34, 24)

  • Bueno es guardar el secreto del rey, pero hay que celebrar y publicar las obras de Dios. Haced el bien, y no os ocurrirá ninguna desgracia. (Tobías 12, 7)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina