Talált 112 Eredmények: Haga

  • Y añadió: "Bien sabes todo el mal que hiciste a David, mi padre; tu corazón lo reconoce; el Señor haga recaer tu maldad sobre tu cabeza. (I Reyes 2, 44)

  • ten tus ojos noche y día fijos sobre este templo, sobre este lugar del que dijiste: mi nombre estará aquí; y escucha la plegaria que tu siervo haga en este lugar. (I Reyes 8, 29)

  • Porque esto dice el Señor, Dios de Israel: No se vaciará la tinaja de harina, ni la orza del aceite disminuirá hasta el día en que el Señor haga caer la lluvia sobre la faz de la tierra". (I Reyes 17, 14)

  • ni os haga confiar en el Señor, diciendo: El Señor nos librará y no entregará esta ciudad en manos del rey de Asiria. (II Reyes 18, 30)

  • David les salió al encuentro y les dijo: "Si venís con buenas intenciones, para prestarme ayuda, mi corazón estará con el vuestro; pero si es para traicionarme en provecho de mis enemigos, siendo yo inocente, que lo vea el Dios de nuestros padres y haga justicia". (I Crónicas 12, 18)

  • ¡Ánimo!, luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que el Señor haga lo que bien le parezca". (I Crónicas 19, 13)

  • Ornán respondió: "Tómala, y que mi señor, el rey, haga de ella lo que quiera. Más aún, te doy los bueyes para el holocausto, los trillos para el fuego y el grano para la ofrenda. Todo está en tus manos". (I Crónicas 21, 23)

  • Ten tus ojos noche y día fijos sobre este templo, sobre este lugar que has hecho morada de tu nombre. Escucha la plegaria que tu siervo haga en este lugar. (II Crónicas 6, 20)

  • Cuida de que el desdén no te conduzca al insulto, y la grandeza no te haga desviarte. (Job 36, 18)

  • Que griten de alegría los que quieren que se me haga justicia y digan sin cesar: "Grande es el Señor, que ha querido el bienestar de su siervo"; (Salmos 35, 27)

  • Que Dios tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro entre nosotros (Salmos 67, 2)

  • Que haga justicia a los oprimidos, que sea la salvación de los pobres, que aplaste a los explotadores. (Salmos 72, 4)


“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina