Talált 155 Eredmények: Llamado
Aquel día estaba allí, retenido en el santuario del Señor, uno de los servidores de Saúl, llamado Doeg, idumeo, jefe de los portadores de Saúl. (I Samuel 21, 8)
Sólo se escapó un hijo de Ajimélec, hijo de Ajitob, llamado Abiatar, que huyó hacia David. (I Samuel 22, 20)
David se disgustó mucho porque el Señor había castigado a Uzá, y aquel lugar fue llamado "Peres Uzá" hasta el día de hoy. (II Samuel 6, 8)
Había un siervo de la casa de Saúl, llamado Sibá. Lo mandaron venir, y el rey le dijo: "¿Tú eres Sibá?". Él respondió: "Para servirte". (II Samuel 9, 2)
Cuando el rey David llegó a Bajurín, salió de allí un hombre del mismo clan de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá. Salía profiriendo maldiciones. (II Samuel 16, 5)
Absalón había puesto a la cabeza del ejército a Amasá, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Yitrá, el ismaelita, que se había unido a Aigaíl, hija de Jesé y hermana de Sarvia, la madre de Joab. (II Samuel 17, 25)
Se encontraba allí un hombre perverso, llamado Sebá, hijo de Bicrí, un benjaminita, que tocó la trompeta y dijo: "Nosotros no tenemos parte con David, nosotros no tenemos herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a sus tiendas, Israel!". (II Samuel 20, 1)
No es eso, sino que un hombre de la montaña de Efraín, llamado Sebá, hijo de Bicrí, ha levantado su mano contra el rey David. Entregádmelo a él solo, y yo me alejaré de la ciudad". La mujer le dijo: "Mira, te tiraremos su cabeza por encima de la muralla". (II Samuel 20, 21)
Hizo asimismo el "Pórtico del trono", donde administraba justicia, llamado el "Pórtico de la justicia", y lo recubrió de cedro desde el suelo hasta el techo. (I Reyes 7, 7)
y gritó contra el altar por orden del Señor: "¡Altar, altar! Esto dice el Señor: Nacerá un hijo a la casa de David, llamado Josías, e inmolará sobre ti a los sacerdotes de las colinas que en ti queman incienso, de modo que arderán sobre ti huesos humanos". (I Reyes 13, 2)
Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: "Levántate y vete con tu familia a fijar tu residencia dondequiera que sea, porque el Señor ha llamado al hambre, que penetrará en el país durante siete años". (II Reyes 8, 1)
Sesán no tuvo hijos, sino hijas. Sesán tenía un esclavo egipcio llamado Yarjá. (I Crónicas 2, 34)