Talált 135 Eredmények: Marido

  • Si tiene además bondad y dulzura en su hablar, su marido se juzga el más feliz de los hombres. (Eclesiástico 36, 23)

  • Un amigo y un compañero se encuentran a su tiempo, pero sobre ambos está la mujer con marido. (Eclesiástico 40, 23)

  • de apropiarte de la parte de otro o de su regalo, y de mirar a mujer que tiene marido; (Eclesiástico 41, 23)

  • cuando es virgen, para que no sea seducida y quede encinta en la casa paterna; cuando ya tiene marido, para que no peque; y cuando está desposada, por si permanece estéril. (Eclesiástico 42, 10)

  • Estoy lleno de furor del Señor, cansado estoy de contenerlo. Derrámalo sobre el niño de la calle, sobre las cuadrillas de jóvenes también. Todos serán presas: marido y mujer, el adulto y el hombre lleno de años. (Jeremías 6, 11)

  • ¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra! (Jeremías 18, 21)

  • sino como la adúltera que, en lugar de su marido, toma ajenos. (Ezequiel 16, 32)

  • Eres digna de tu madre, que abandonó a su marido y a sus hijos; digna hermana de tus hermanas, que abandonaron a sus maridos y a sus hijos. Vuestra madre fue una hitita, vuestro padre un amorreo. (Ezequiel 16, 45)

  • Cuando al mediodía toda la gente se marchaba, Susana solía salir a pasearse por el huerto de su marido. (Daniel 13, 7)

  • Al día siguiente, cuando el pueblo se reunió en casa de su marido Joaquín, vinieron también los dos viejos malvados, decididos a hacerla condenar a muerte. (Daniel 13, 28)

  • Jelcías y su mujer dieron gracias a Dios por su hija Susana, así como Joaquín, su marido, y todos sus parientes, porque nada malo se había encontrado en ella. (Daniel 13, 63)

  • ¡Acusad a vuestra madre, acusadla! Porque ella no es mi esposa, ni yo soy su marido. Que aleje de su rostro sus prostituciones y sus fornicaciones de su seno. (Oseas 2, 4)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina