Talált 168 Eredmények: Vestidos

  • Llevaban sandalias usadas y remendadas, y vestidos viejos. Todo el pan que llevaban para su comida estaba duro y hecho migas. (Josué 9, 5)

  • estos odres de vino eran nuevos cuando los llenamos, y ahora están rotos; nuestras sandalias y nuestros vestidos se han hecho viejos de tanto caminar". (Josué 9, 13)

  • diciéndoles: "Volvéis a vuestras tiendas con grandes riquezas, con muchísimo ganado, con plata, bronce, oro, hierro y con muchos vestidos; repartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos". (Josué 22, 8)

  • Ehud se hizo un puñal de dos filos, de medio metro de largo, y se lo ciñó bajo sus vestidos, al lado derecho. (Jueces 3, 16)

  • Seguramente han encontrado botín y lo están repartiendo; una, dos jóvenes para cada guerrero, un vestido, dos vestidos de colores para Sísara; un vestido, dos vestidos bordados para su cuello. (Jueces 5, 30)

  • El peso de los anillos de oro que él había pedido ascendió a veinte kilos, sin contar las lunetas, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes madianitas ni los collares que colgaban del cuello de sus camellos. (Jueces 8, 26)

  • Sansón les dijo: "Os voy a proponer un acertijo. Si lo adivináis dentro de los siete días de la fiesta, os daré treinta piezas de lino fino y treinta vestidos preciosos. (Jueces 14, 12)

  • Pero si no lo adivináis, me daréis vosotros las treinta piezas de lino fino y los treinta vestidos preciosos". Ellos le respondieron: "Dinos el acertijo: te escuchamos". (Jueces 14, 13)

  • Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Sansón, bajó a Ascalón y mató a treinta hombres, les quitó sus vestidos y se los dio a los que habían adivinado su acertijo; y, enfurecido, se volvió a la casa de su padre. (Jueces 14, 19)

  • Lávate, perfúmate, vístete con los mejores vestidos y vete a la era, pero sin dejarte ver hasta que haya terminado de comer y beber. (Rut 3, 3)

  • Un hombre de Benjamín escapó corriendo de las filas del ejército, y llegó aquel mismo día a Silo con los vestidos destrozados y la cabeza cubierta de polvo. (I Samuel 4, 12)

  • Allí se despojó también él de sus vestidos y profetizó en presencia de Samuel; después cayó desnudo en tierra y estuvo así todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: "¿También Saúl entre los profetas?". (I Samuel 19, 24)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina