Talált 168 Eredmények: Vestidos

  • Eliseo le dijo: "¿Es que no iba contigo mi espíritu cuando un hombre se bajó de su carro para saludarte? Ahora que has recibido dinero podrás comprar vestidos, olivares y viñedos, ovejas y bueyes, siervos y siervas; (II Reyes 5, 26)

  • Los leprosos llegaron hasta el extremo del campamento, entraron en una tienda, comieron y bebieron y se llevaron plata, oro y vestidos, que fueron a esconder. Volvieron de nuevo, entraron en otra tienda, la desvalijaron y fueron a esconder el botín. (II Reyes 7, 8)

  • Fueron tras ellos hasta el Jordán y vieron que todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos que habían tirado los sirios en su precipitada huida. Los mensajeros regresaron y comunicaron al rey la noticia. (II Reyes 7, 15)

  • Y mandó a Eliaquín, el mayordomo, a Sebná, el secretario, y a los sacerdotes más ancianos, vestidos de saco, a decir al profeta Isaías, hijo de Amós: (II Reyes 19, 2)

  • Entonces Janún agarró a los siervos de David, los afeitó, les cortó los vestidos por la mitad a la altura de las nalgas y los despachó. (I Crónicas 19, 4)

  • David levantó los ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con la espada desenvainada en su mano y vuelta hacia Jerusalén. El rey y los ancianos, vestidos de saco, cayeron con sus rostros en tierra, (I Crónicas 21, 16)

  • todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Yedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino, sonaban los címbalos, las arpas y cítaras, de pie al este del altar, con ciento veinte sacerdotes que los acompañaban tocando las trompetas. (II Crónicas 5, 12)

  • y todos traían presentes: objetos de oro y plata, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Esto todos los años. (II Crónicas 9, 24)

  • Josafat y su pueblo fueron a adueñarse del botín y encontraron gran cantidad de ganado, riquezas, vestidos y otros objetos preciosos. Era tal la cantidad, que no pudieron llevarlo de una vez. Estuvieron tres días llevando botín; tanta era su abundancia. (II Crónicas 20, 25)

  • A la hora del sacrificio de la tarde salí de mi abatimiento y, con los vestidos y el manto rasgados, me postré de rodillas, extendí mis manos hacia el Señor, mi Dios, (Esdras 9, 5)

  • El día veinticuatro de aquel mismo mes, los israelitas, vestidos de saco y cubierta de tierra la cabeza, se congregaron para el ayuno. (Nehemías 9, 1)

  • Cuarenta años los sustentaste en el desierto. No les faltó nada; sus vestidos no se gastaron ni se hincharon sus pies. (Nehemías 9, 21)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina