Talált 199 Eredmények: causa

  • ¡Pero tú, Señor omnipotente, que juzgas con justicia y ves los sentimientos y los pensamientos, haz que yo pueda ver tu venganza contra ellos, porque a ti he confiado mi causa! (Jeremías 11, 20)

  • Y los convertiré en objeto de horror para todos los pueblos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por los crímenes que perpetuó en Jerusalén. (Jeremías 15, 4)

  • Tú lo sabes, Señor; acuérdate de mí, cuida de mí, véngame de mis perseguidores; que no muera yo por ser tú con ellos tan paciente, piensa que por tu causa soporto tanto ultraje. (Jeremías 15, 15)

  • No me seas causa de terror, tú, mi refugio, en el día de la desgracia. (Jeremías 17, 17)

  • ¡Señor omnipotente que juzgas con justicia, que ves los sentimientos y los pensamientos, haz que yo vea tu venganza sobre ellos, pues en tus manos he dejado mi causa! (Jeremías 20, 12)

  • Casa de David, esto dice el Señor: "Haced justicia cada mañana, librad al oprimido de las manos de sus explotadores, no sea que salte como un fuego mi ira, se encienda y no haya quien la apague a causa de tus acciones perversas. (Jeremías 21, 12)

  • Pues el país está lleno de adúlteros; a causa de la maldición el país está de luto, resecos los oasis del desierto. El afán de su carrera es el mal; su esfuerzo, la injusticia. (Jeremías 23, 10)

  • a causa de todas las iniquidades que el pueblo de Israel y el pueblo de Judá han cometido para irritarme, ellos y sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, sus profetas, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. (Jeremías 32, 32)

  • Mas ahora, y por la misma causa, esto dice el Señor, Dios de Israel, a propósito de esta ciudad, de la que vosotros decís: Por la espada, el hambre y la peste ha sido entregada en manos del rey de Babilonia: (Jeremías 32, 36)

  • a causa del mal que cometieron para irritarme, quemando incienso y sirviendo a dioses extraños, desconocidos de ellos, de vosotros y de vuestros padres. (Jeremías 44, 3)

  • La causa de todo esto es que vosotros habéis quemado ofrendas pecando así contra el Señor, y no habéis escuchado su voz ni habéis caminado según su ley, sus preceptos y sus ordenanzas. Por eso os han sobrevenido todas estas desventuras, como sucede actualmente". (Jeremías 44, 23)

  • Pero su libertador es poderoso: su nombre es "el Señor omnipotente"; él sabrá defender su causa, a fin de dar paz al país y turbación a los habitantes de Babilonia. (Jeremías 50, 34)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina