Talált 736 Eredmények: manos

  • Débora dijo a Barac: "Levántate, éste es el día en que el Señor entregará a Sísara en tus manos. ¿No va el Señor delante de ti?". Y Barac dejó el monte Tabor con sus diez mil hombres. (Jueces 4, 14)

  • Los israelitas hicieron lo que desagradaba al Señor, y el Señor los entregó en manos de Madián durante siete años. (Jueces 6, 1)

  • El Señor dijo a Gedeón: "El pueblo que está contigo es excesivamente numeroso para que yo entregue a los madianitas en vuestras manos. Israel podría gloriarse contra mí, diciendo: Es mi propia mano la que me ha librado. (Jueces 7, 2)

  • Los que lamieron el agua de sus manos fueron trescientos. El resto del pueblo se arrodilló para beber. (Jueces 7, 6)

  • El Señor dijo a Gedeón: "Con los trescientos hombres que han lamido el agua os libraré y pondré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás se vayan cada uno a su casa". (Jueces 7, 7)

  • Aquéllos cogieron en sus manos los cántaros y trompetas del pueblo. A todos los demás hombres de Israel los mandó a cada uno a su tienda, quedándose sólo con los trescientos. El campamento de los madianitas estaba debajo del suyo, en la llanura. (Jueces 7, 8)

  • Aquella noche el Señor ordenó a Gedeón: "Levántate, baja al campamento, porque yo los entrego en tus manos. (Jueces 7, 9)

  • Cuando Gedeón oyó el sueño y su explicación, se prosternó. Volvió al campamento de Israel y dijo: "Arriba, porque el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de los madianitas". (Jueces 7, 15)

  • Gedeón dividió sus trescientos hombres en tres bandos. Puso en sus manos las trompetas y los cántaros vacíos y dentro de ellos teas encendidas, (Jueces 7, 16)

  • El Señor puso en vuestras manos a los jefes madianitas, Oreb y Zeb. Lo que yo he hecho, ¿puede compararse con lo que habéis hecho vosotros?". Ante estas palabras, ellos se calmaron. (Jueces 8, 3)

  • Pero los jefes de Sucot respondieron: "¿Acaso tienes ya en tus manos a Zébaj y a Salmuná, para que debamos suministrar pan a tu ejército?". (Jueces 8, 6)

  • Gedeón se presentó a la gente de Sucot, y dijo: "Aquí están Zébaj y Salmuná, por los que os burlasteis de mí diciendo: ¿Acaso tienes ya en tus manos a Zébaj y a Salmuná para que debamos suministrar pan a tu ejército?". (Jueces 8, 15)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina