Talált 736 Eredmények: manos

  • tiré las tablas que traía en las manos y las hice pedazos ante vuestros ojos. (Deuteronomio 9, 17)

  • Grabad en vuestro corazón y en vuestra alma estas palabras que hoy os digo, atadlas a vuestras manos como señal y ponedlas como frontal entre vuestros ojos. (Deuteronomio 11, 18)

  • Allí comeréis en presencia del Señor y os alegraréis por todas las empresas de vuestras manos en las que el Señor, vuestro Dios, os haya bendecido. (Deuteronomio 12, 7)

  • y, al darle la libertad, no le despedirás con las manos vacías, (Deuteronomio 15, 13)

  • Todos los varones deberán presentarse tres veces al año ante el Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Nadie se presentará con las manos vacías ante el Señor, (Deuteronomio 16, 16)

  • Los testigos pondrán los primeros sus manos sobre el condenado para hacerle morir, y seguirá luego el pueblo. De esta manera extirparás el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 17, 7)

  • los ancianos de su ciudad le mandarán prender y le entregarán en manos del vengador de sangre, para que lo mate. (Deuteronomio 19, 12)

  • El Señor, tu Dios, te la pondrá en tus manos, y pasarás al filo de la espada a todos sus varones. (Deuteronomio 20, 13)

  • Y todos los ancianos de la ciudad más cercana a la víctima lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle, (Deuteronomio 21, 6)

  • y dirán en alta voz: Nuestras manos no han derramado esta sangre ni lo han visto nuestros ojos. (Deuteronomio 21, 7)

  • Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y el Señor, tu Dios, los haya entregado en tus manos y tú los hayas hecho prisioneros, (Deuteronomio 21, 10)

  • Cuando dos hermanos se están pegando, si se acerca la mujer de uno de ellos y, para librar a su marido de las manos del que le golpea, agarra a éste por sus partes, (Deuteronomio 25, 11)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina