Talált 170 Eredmények: pusieron

  • Las tropas que había licenciado Demetrio se pusieron del lado del rey y lucharon contra Demetrio, el cual tuvo que huir derrotado. (I Macabeos 11, 55)

  • Cuando Simón y sus hijos se pusieron alegres, se levantó con sus hombres, tomaron las armas, volvieron a la sala del festín y mataron a Simón, a sus hijos y a algunos de sus servidores. (I Macabeos 16, 16)

  • las manifestaciones celestes en favor de aquellos que luchaban valientemente por la causa del judaísmo, tanto que siendo pocos libertaron todo el país y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros, (II Macabeos 2, 21)

  • Al tiempo que el sumo sacerdote ofrecía el sacrificio por el pecado, se presentaron de nuevo ante Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos con las mismas vestiduras; se pusieron ante él y le dijeron: "Da muchas gracias a Onías, sumo sacerdote, pues por él el Señor te ha dejado con vida. (II Macabeos 3, 33)

  • Y con la ayuda del todopoderoso degollaron a más de nueve mil enemigos, hirieron y dejaron fuera de combate a la mayor parte del ejército de Nicanor, y a todos los pusieron en fuga. (II Macabeos 8, 24)

  • Llegado el momento, se lanzaron como leones sobre el enemigo; mataron a once mil soldados de infantería, a mil seiscientos de caballería, y pusieron en fuga a todos los demás. (II Macabeos 11, 11)

  • Luego se pusieron en marcha a las órdenes de su caudillo; el enfrentamiento tuvo lugar en la aldea de Desau. (II Macabeos 14, 16)

  • Se pusieron dos sillas, una frente a otra. (II Macabeos 14, 21)

  • No cambies los linderos antiguos que pusieron tus padres. (Proverbios 22, 28)

  • No os fijéis en que soy morena; es que el sol me ha bronceado. Los hijos de mi madre, airados contra mí, me pusieron a guardar sus viñas; y mi viña, la mía, no la guardé. (Cantar 1, 6)

  • En efecto, estando celebrando todavía sus duelos funerarios y lamentándose sobre las tumbas de los muertos, ya concibieron otra idea absurda y se pusieron a perseguir como a fugitivos a los que habían suplicado que se fuesen. (Sabiduría 19, 3)

  • Pusieron fuego a la ciudad santa y convirtieron en desierto sus caminos, (Eclesiástico 49, 6)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina