Talált 256 Eredmények: servicio en el tabernáculo

  • Puso el candelabro en la tienda de la reunión, frente a la mesa, al lado sur del tabernáculo, (Exodo 40, 24)

  • Colgó la cortina de la entrada del tabernáculo. (Exodo 40, 28)

  • Puso el altar de los holocaustos a la entrada del tabernáculo de la tienda de la reunión y en él ofreció el holocausto y la ofrenda, como el Señor le había mandado. (Exodo 40, 29)

  • Levantó finalmente el atrio en torno al tabernáculo y al altar y colgó la cortina de la entrada del atrio. Así completó Moisés toda la obra. (Exodo 40, 33)

  • Entonces la nube cubrió la tienda de la reunión, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo. (Exodo 40, 34)

  • Moisés no podía entrar en la tienda de la reunión, porque la nube se había posado encima y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo. (Exodo 40, 35)

  • Cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los israelitas emprendían la marcha para cubrir cada una de las etapas de su viaje. (Exodo 40, 36)

  • La nube del Señor se posaba de día sobre el tabernáculo, y durante la noche brillaba como fuego a la vista de toda la casa de Israel en todas las etapas del viaje. (Exodo 40, 38)

  • será para ti como un jornalero o un huésped, y estará a tu servicio hasta el año jubilar. (Levítico 25, 40)

  • Contará, de acuerdo con el comprador, los años que median entre la venta y el año jubilar y, de acuerdo con el número de éstos, se computará el precio de venta, valorando su tiempo de servicio como el de un jornalero. (Levítico 25, 50)

  • sino que a los levitas les encargarás el servicio de la tienda de la alianza, de todo su mobiliario y de todo cuanto le pertenece: llevarán la tienda y su mobiliario, estarán dedicados a su servicio y acamparán a su alrededor. (Números 1, 50)

  • "Llama a la tribu de Leví para que asista al sacerdote Aarón y se ponga a su servicio. (Números 3, 6)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina