Talált 256 Eredmények: servicio en el tabernáculo

  • Estarán a su servicio y al servicio de toda la comunidad, delante de la tienda de la reunión, y se encargarán del servicio de la tienda. (Números 3, 7)

  • Se cuidarán de todo el mobiliario de la tienda de la reunión y estarán al servicio de los israelitas en todo lo que se refiere a la tienda. (Números 3, 8)

  • de las cortinas del atrio, de la portezuela de entrada al atrio, que rodea la morada y el altar, y de las cuerdas necesarias para todo el servicio. (Números 3, 26)

  • Tenían a su cargo el arca, la mesa, el candelabro, los altares, los objetos sagrados para el culto, la cortina y todo su servicio. (Números 3, 31)

  • El primero entre los jefes de Leví era Eleazar, hijo de Aarón, sacerdote. Ejercía la superintendencia sobre los adscritos al servicio del santuario. (Números 3, 32)

  • Los hijos de Merarí estaban encargados de los tablones de la tienda, de sus barras, columnas, basas, de todos sus accesorios con todo su servicio, (Números 3, 36)

  • de treinta a cincuenta años, aptos para hacer su servicio en la tienda de la reunión. (Números 4, 3)

  • El servicio de los descendientes de Quehat en la tienda de la reunión será cuidar de las cosas más santas. (Números 4, 4)

  • Tomarán todos los objetos usados en el servicio del santuario y los pondrán sobre una tela morada; los recubrirán con pieles de tejón y los colocarán sobre unas parihuelas. (Números 4, 12)

  • sobre el que pondrán todos los utensilios de su servicio; los braseros, los tenedores, las paletas y las bandejas, todos los utensilios del altar, y lo cubrirán con pieles de tejón y le pondrán las barras. (Números 4, 14)

  • Haced lo posible para que vivan y no mueran acercándose a las cosas santas; sean Aarón y sus hijos los que entren para designar a cada uno su servicio y su cargo. (Números 4, 19)

  • registrarás todos los hombres de treinta a cincuenta años, aptos para hacer su servicio en la tienda de la reunión. (Números 4, 23)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina