Talált 154 Eredmények: suerte

  • entonces se podrá romper también mi alianza con mi siervo David, de suerte que no tenga hijos que reinen sobre su trono, así como con los sacerdotes levitas, mis ministros. (Jeremías 33, 21)

  • jamás rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, ni dejaré de tomar de sus descendientes príncipes que gobiernen la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Pues voy a cambiar su suerte y a tener piedad de ellos. (Jeremías 33, 26)

  • Pero yo cambiaré la suerte de Moab en días futuros -dice el Señor-. Aquí termina la sentencia contra Moab. (Jeremías 48, 47)

  • Pero después de esto cambiaré la suerte de Amón -dice el Señor-. (Jeremías 49, 6)

  • Pero, en días futuros, yo cambiaré la suerte de Elán -dice el Señor-. (Jeremías 49, 39)

  • Espanto y fosa han sido nuestra suerte, exterminio y ruina. (Lamentaciones 3, 47)

  • Mira; yo te amarro con cuerdas, de suerte que no te puedas dar la vuelta de un lado al otro hasta que no hayas cumplido los días de tu asedio. (Ezequiel 4, 8)

  • He aquí el día, ya llega. Tu suerte está echada. Florece la injusticia, ha germinado el orgullo (Ezequiel 7, 10)

  • Mas yo cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de sus hijas, la suerte de Samaría y de sus hijas y tu propia suerte en medio de ellas, (Ezequiel 16, 53)

  • Pues el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada donde los dos caminos se dividen, para consultar a la suerte. Ya sacude las flechas, interroga a sus ídolos, examina el hígado. (Ezequiel 21, 26)

  • La suerte cae a su derecha: Jerusalén, para situar arietes, dar órdenes de matanza, lanzar el grito de guerra, levantar arietes contra las puertas, amontonar terraplenes, disponer el cerco. (Ezequiel 21, 27)

  • Porque esto dice el Señor Dios: ¡Ay de la ciudad sanguinaria, olla toda roñosa, cuya herrumbre no se quita! Vacíala trozo a trozo, sin echar suerte sobre ella, (Ezequiel 24, 6)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina