Talált 154 Eredmények: suerte

  • Para que estalle mi furor, para tomar venganza, he puesto su sangre sobre roca desnuda, de suerte que no pueda taparse. (Ezequiel 24, 8)

  • ¿A quién te pareces en majestad y grandeza de entre los árboles de Edén? Pues también tú serás precipitado con los árboles de Edén a las moradas subterráneas, y entre incircuncisos yacerás con las víctimas de la espada. Tal será la suerte del Faraón y de todos sus súbditos", dice el Señor Dios. (Ezequiel 31, 18)

  • El Faraón los verá y se consolará de la suerte de su pueblo. Porque el Faraón será muerto a espada con todo su ejército, dice el Señor Dios. (Ezequiel 32, 31)

  • Junta después la una con la otra, de suerte que formen una sola pieza de madera, que sean una sola cosa en tu mano. (Ezequiel 37, 17)

  • Las salas laterales estaban superpuestas, en tres pisos, una sobre otra. Treinta en cada piso. Para estribar las salas, en todo el círculo, había, en el muro del templo, salientes, de suerte que las salas no se incrustaban en el muro del templo. (Ezequiel 41, 6)

  • El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)

  • poniendo al frente de ellos tres ministros, uno de los cuales era Daniel. Los sátrapas debían rendir cuentas de los asuntos a los tres ministros, de suerte que el monarca no sufriera perjuicio. (Daniel 6, 3)

  • Trajeron una piedra y la colocaron en la boca del foso; y el rey la selló con su anillo y con el anillo de sus dignatarios, con el fin de que no pudiese ser mudada la suerte de Daniel. (Daniel 6, 18)

  • Y tú, vete a descansar; te levantarás para recibir tu suerte al final de los días". (Daniel 12, 13)

  • También para ti, Judá, hay preparada una cosecha cuando cambie la suerte de mi pueblo. (Oseas 6, 11)

  • Tus guerreros tendrán miedo, Temán, de suerte que no quedará un solo hombre en el monte de Esaú. (Abdías 1, 9)

  • Luego los marineros se dijeron unos a otros: "Echemos suertes para saber quién es la causa de esta desgracia". Echaron suertes, y la suerte cayó en Jonás. (Jonás 1, 7)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina