Talált 282 Eredmények: trono

  • Y tú les replicarás: "Esto dice el Señor: Voy a emborrachar a todos los habitantes de este país, a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén. (Jeremías 13, 13)

  • ¡No nos deseches, por amor de tu nombre! ¡No desprecies tu trono glorioso! ¡Acuérdate, no rompas tu alianza con nosotros! (Jeremías 14, 21)

  • Trono de gloria, desde el principio excelso, es nuestro lugar santo. (Jeremías 17, 12)

  • entonces, por las puertas de esta ciudad, reyes y príncipes, herederos del trono de David, entrarán montados en carrozas y caballos, ellos y sus ministros, las gentes de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y esta ciudad será habitada eternamente. (Jeremías 17, 25)

  • Escucha la palabra del Señor, oh rey de Judá, que te sientas en el trono de David, tú, así como tus servidores y tu pueblo, los que entráis por estas puertas. (Jeremías 22, 2)

  • Si observáis de verdad esta orden, entonces por las puertas de esta casa entrarán reyes, herederos del trono de David, montados en carrozas y caballos, así ellos como sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)

  • Esto dice el Señor: Inscribid así a este hombre; sin hijos, uno que no prosperó en su tiempo; porque ninguno de su estirpe logrará sentarse en el trono de David y reinar en Judá. (Jeremías 22, 30)

  • Pues bien, esto dice el Señor acerca del rey que se sienta en el trono de David y de todo el pueblo que habita esta ciudad, hermanos vuestros que no fueron deportados como vosotros. (Jeremías 29, 16)

  • Pues esto dice el Señor: No le faltará jamás a David un descendiente que se siente en el trono de la casa de Israel, (Jeremías 33, 17)

  • entonces se podrá romper también mi alianza con mi siervo David, de suerte que no tenga hijos que reinen sobre su trono, así como con los sacerdotes levitas, mis ministros. (Jeremías 33, 21)

  • Por ello, esto dice el Señor contra Joaquín, rey de Judá: No tendrá ya quien se siente sobre el trono de David, y su cadáver será arrojado al calor del día y al frío de la noche. (Jeremías 36, 30)

  • Sedecías, hijo de Josías, sucedió en el trono a Jeconías, hijo de Joaquín, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, había constituido rey del país de Judá. (Jeremías 37, 1)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina