Talált 282 Eredmények: trono

  • Bendito seas en el trono de tu reino, alabado y ensalzado eternamente. (Daniel 3, 54)

  • Pero tan pronto como se ensoberbeció su corazón y su espíritu se obstinó en el orgullo, fue depuesto de su trono real y se le quitó su gloria. (Daniel 5, 20)

  • Yo seguía observando: se instalaron unos tronos, y un anciano se sentó. Sus vestiduras eran blancas como la nieve; como lana pura el cabello de su cabeza; su trono era de llamas, con ruedas de fuego ardiente. (Daniel 7, 9)

  • romperé el cerrojo de Damasco, exterminaré al que se sienta en el trono de Bicat Aven y al que tiene el cetro de Bet Edén, y el pueblo asirio será desterrado a Quir, dice el Señor. (Amós 1, 5)

  • exterminaré al que se sienta en el trono de Asdod y al que tiene el cetro de Ascalón; volveré mi mano contra Ecrón, y el resto de los filisteos perecerá, dice el Señor. (Amós 1, 8)

  • El que edifica en el cielo su trono, y asienta sobre la tierra la bóveda celeste; el que llama a las aguas del mar y las vierte sobre la superficie de la tierra, su nombre es el Señor. (Amós 9, 6)

  • El rey de Nínive, al enterarse, se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó en el suelo. (Jonás 3, 6)

  • Él construirá el templo del Señor, será revestido de majestad y se sentará en el trono para gobernar. Tendrá un sacerdote a su derecha y habrá perfecto acuerdo entre los dos. (Zacarías 6, 13)

  • Pero yo os digo que no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; (Mateo 5, 34)

  • Jesús les dijo: "Os aseguro que vosotros, los que me habéis seguido, en la nueva creación, cuando el hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. (Mateo 19, 28)

  • y el que jura por el cielo jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él. (Mateo 23, 22)

  • "Cuando venga el hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles se sentará sobre el trono de su gloria. (Mateo 25, 31)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina