Génesis, 48
10. Los ojos de Jacob se habían nublado por la vejez y no podía ver. Acercóselos, pues, y él los besó y los abrazó.
10. Los ojos de Jacob se habían nublado por la vejez y no podía ver. Acercóselos, pues, y él los besó y los abrazó.
“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina