Salmos, 32
6. Por eso los fieles te suplican el día de la desgracia, y así, aunque las aguas se desborden, no los alcanzarán.
6. Por eso los fieles te suplican el día de la desgracia, y así, aunque las aguas se desborden, no los alcanzarán.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina