Salmos, 44
24. Despierta ya. ¿Por qué duermes, Señor? Levántate, no nos rechaces para siempre.
24. Despierta ya. ¿Por qué duermes, Señor? Levántate, no nos rechaces para siempre.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina