Salmos, 44
26. Nuestra alma está hundida en el polvo y nuestro vientre se arrastra por el suelo.
26. Nuestra alma está hundida en el polvo y nuestro vientre se arrastra por el suelo.
“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina