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  • Aquí dijo Caleb: «A quien asalte Cariat-Sefer, y se apodere de ella, yo le daré por esposa a mi hija Axa.» (Josué 15, 16)

  • Ustedes prepararán una repartición del país en siete partes y me la traerán. Después haré la repartición mediante sorteo aquí mismo, delante de Yavé. (Josué 18, 6)

  • Desde aquí la frontera tuerce y vuelve en dirección del suroeste, desde el cerro frente a Bet-Horón hasta Cariat-Baal, llamada también Cariatiarim, ciudad de los hijos de Judá. Este era el lado occidental. (Josué 18, 14)

  • después desciende hasta el cabo del monte, que mira al valle del hijo de Hinom, la cual está en la llanura de Rafaím al norte; de aquí baja al valle de Hinom, pasando por el Hombro del Jebuseo, al sur, hasta la Fuente de Rogel; (Josué 18, 16)

  • No te vayas de aquí hasta que yo vuelva con una ofrenda y te la presente.» El respondió: «Aquí mismo voy a esperar.» (Jueces 6, 18)

  • Gedeón se dirigió a la gente de Sucot y les dijo: «Aquí tienen a Zebaj y Salmuná, por quienes me hicieron burla diciendo: ¿Acaso has sujetado ya las manos de Zebaj y Salmuná para que demos pan a tus tropas hambrientas?» (Jueces 8, 15)

  • De aquí viene la costumbre que hay en Israel de que todos los años las hijas de Israel vayan a lamentarse cuatro días por la hija de Jefté, el galaadita. (Jueces 11, 40)

  • Ella tenía gente escondida en su habitación y le gritó: «¡Sansón, aquí vienen los filisteos!» Pero Sansón rompió las amarras como se rompe el hilo quemado y no supieron de dónde le venía tanta fuerza. (Jueces 16, 9)

  • Dalila, pues, lo ató con siete cordeles trenzados, pero, cuando gritó: «¡Aquí vienen los filisteos!», él nuevamente se soltó. Así que Dalila le dijo: (Jueces 16, 12)

  • Ella lo adormeció, tejió las siete trenzas de su cabellera en la urdimbre y las apretó con el peine. Luego gritó: «¡Aquí vienen los filisteos!» Sansón despertó y arrancó la urdimbre con sus trenzas. Y así Dalila no conoció el secreto de su fuerza. (Jueces 16, 14)

  • Como estaban cerca de la casa reconocieron la voz del joven levita y se fueron allá. Le dijeron: «¿Quién te ha traído por acá? ¿Qué haces en este lugar? ¿Por qué te quedas aquí?» (Jueces 18, 3)

  • Se sentaron y se pusieron a comer los dos y luego bebieron. Después el suegro le dijo: «Dígnate pasar aquí la noche y recréate.» (Jueces 19, 6)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina