Fondare 108 Risultati per: Ofrendas

  • le había proporcionado a éste un departamento amplio, donde anteriormente se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino y del aceite, es decir, lo que pertenecía a los levitas, a los cantores y porteros, y la contribución para los sacerdotes. (Nehemías 13, 5)

  • y mandé purificar los departamentos y volver a poner en ellos los utensilios de la Casa de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)

  • Cuando llegaron a Jerusalén, adoraron a Dios y, después de que se purificó el pueblo, le ofrecieron sacrificios, ofrendas y regalos. (Judit 16, 18)

  • Que se acuerde de todas tus ofrendas y reciba con agrado tu holocausto. (Salmos 20, 4)

  • No quisiste sacrificios ni ofrendas- lo dijiste y penetró en mis oídos- no pediste holocaustos ni víctimas. (Salmos 40, 7)

  • entonces te gustarán los sacrificios, ofrendas y holocaustos que se te deben; entonces ofrecerán novillos en tu altar. (Salmos 51, 21)

  • Desde tu templo que domina Jerusalén, donde los reyes te aportan sus ofrendas, (Salmos 68, 30)

  • ¡Hagan votos al Señor, al Dios de ustedes, y vengan de todas partes a cumplirlos, traigan ofrendas para el Dios terrible! (Salmos 76, 12)

  • Según él, se suprimían las víctimas consumidas por el fuego, los sacrificios y otras ofrendas en el Santuario. Se debía tener por días ordinarios no sólo los sábados, sino también las fiestas sagradas. (1 Macabeos 1, 45)

  • Y así como había bajado fuego del cielo por la oración de Moisés, para consumir las ofrendas y la víctima sacrificada, lo mismo, por la oración de Salomón, bajó fuego del cielo y consumió la víctima. (2 Macabeos 2, 10)

  • Este hecho se leía también en los archivos y en las Memorias del tiempo de Nehemías. Ahí contaban que Nehemías inició una biblioteca y reunió los libros referentes a los reyes y a los profetas, los de David y las cartas de los reyes relativas a las ofrendas. (2 Macabeos 2, 13)

  • No digas: "Dios tomará en cuenta mis numerosas ofrendas; se las presentaré al Altísimo y las aceptará". (Sirácides (Eclesiástico) 7, 9)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina