Fondare 119 Risultati per: Caballos

  • Las tropas se mantuvieron firmes, como lo había ordenado Jonatán, mientras que los caballos de los enemigos se cansaron. (I Macabeos 10, 81)

  • Timoteo, que ya antes había sido derrotado por los judíos, después de reclutar numerosas tropas extranjeras y de reunir una considerable cantidad de caballos traídos de Asia, se presentó con la intención de conquistar Judea por las armas. (II Macabeos 10, 24)

  • En lo más encarnizado de la batalla, los enemigos vieron aparecer en el cielo cinco hombres majestuosos montados en caballos con frenos de oro, que se pusieron al frente de los judíos. (II Macabeos 10, 29)

  • Eran como caballos en un pastizal y retozaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su liberador. (Sabiduría 19, 9)

  • tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego por un carro con caballos de fuego. (Eclesiástico 48, 9)

  • Su país está lleno de plata y oro y sus tesoros no tienen fin. Su país está lleno de caballos y sus carros de guerra no tienen fin. (Isaías 2, 7)

  • Sus flechas son filosas, están tensos todos sus arcos; los cascos de sus caballos son como pedernal, las ruedas de sus carros, como torbellinos. (Isaías 5, 28)

  • ¡Ay de los que bajan a Egipto para pedir ayuda, y buscan apoyo en los caballos! Ellos confían en los carros, porque son numerosos, y en los jinetes, porque son muy fuertes, pero no miran al Santo de Israel ni consultan al Señor. (Isaías 31, 1)

  • Los egipcios son hombres y no dioses, sus caballos son carne y no espíritu. Cuando el Señor extienda su mano, tropezará el que ayuda, y caerá el que es ayudado, y todos juntos desaparecerán. (Isaías 31, 3)

  • ¡Y bien! Haz una apuesta con mi señor, el rey de Asiria: ¡Yo te daré dos mil caballos, si puedes conseguir bastantes hombres para montarlos! (Isaías 36, 8)

  • el que hizo salir carros de guerra y caballos, todo un ejército de hombres aguerridos; ellos quedaron tendidos, no se levantarán, se extinguieron, se consumieron como una mecha. (Isaías 43, 17)

  • Ellos traerán a todos los hermanos de ustedes, como una ofrenda al Señor, hasta mi Montaña santa de Jerusalén. Los traerán en caballos, carros y literas, a lomo de mulas y en dromedarios -dice el Señor- como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor en un recipiente puro. (Isaías 66, 20)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina