Fondare 119 Risultati per: Caballos

  • ¡Ahí sube como las nubes, sus carros son como el huracán, sus caballos, más veloces que las águilas! ¡Ay de nosotros, porque somos devastados! (Jeremías 4, 13)

  • Son caballos bien cebados y fogosos, cada uno relincha por la mujer de su vecino. (Jeremías 5, 8)

  • Desde Dan se escucha el resuello de sus caballos; por el ruido de los relinchos de sus corceles tiembla toda la tierra. Ellos llegan y devoran el país y todo lo que hay en él, la ciudad y a los que habitan en ella. (Jeremías 8, 16)

  • Si ya te fatiga una carrera de a pie, ¿cómo competirás con los caballos? Si en una tierra de paz no te sientes seguro, ¿qué harás en la espesura del Jordán? (Jeremías 12, 5)

  • entonces, por las puertas de esta ciudad, entrarán reyes que se sientan en el trono de David; entrarán montados en carros y caballos, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. Esta ciudad será habitada para siempre, (Jeremías 17, 25)

  • Porque si ustedes cumplen realmente esta palabra, entonces, por las puertas de esta Casa, entrarán reyes que se sientan en el trono de David; entrarán montados en carros y caballos, ellos con sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)

  • Todo el valle de los cadáveres y de la ceniza de los sacrificios, y todos los campos hasta el torrente Cedrón, hasta el ángulo de la puerta de los Caballos, al oriente, estarán consagrados al Señor: ¡nunca más se arrancará, nunca más se demolerá! (Jeremías 31, 40)

  • ¡Ensillen los caballos y que monten los jinetes! ¡Formen con los cascos puestos, bruñan las lanzas, vistan las corazas! (Jeremías 46, 4)

  • ¡Una espada sobre sus caballos y sus carros, y sobre la mezcla de gente que hay en ella, y se vuelven como mujeres! ¡Una espada sobre sus tesoros, y son saqueados! (Jeremías 50, 37)

  • contigo martillé caballos y jinetes, contigo martillé carros de guerra y conductores, (Jeremías 51, 21)

  • ¡Levanten un estandarte en el país, toquen la trompeta entre las naciones! Convoquen a las naciones para la guerra santa, recluten a los reinos contra ella: a Ararat, Miní y Asquenaz. Designen oficiales para el reclutamiento, hagan avanzar los caballos como langostas erizadas. (Jeremías 51, 27)

  • Pero el príncipe se rebeló contra el rey, enviando mensajeros a Egipto a fin de obtener caballos y un ejército numeroso. Ahora bien, ¿prosperará el que ha hecho esto? El que violó el pacto, ¿escapará con vida? (Ezequiel 17, 15)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina