Fondare 262 Risultati per: Carpa

  • y el Señor se apareció en la Carpa, en una columna de nube, la cual se detuvo a la entrada de la Carpa. (Deuteronomio 31, 15)

  • Yo vi entre el botín un hermoso manto de Senaar, doscientos siclos de plata y un lingote de oro que pesa cincuenta siclos; me gustaron y los guardé. Ahora están escondidos en la tierra, en medio de mi carpa, y la plata está debajo". (Josué 7, 21)

  • Josué envío a dos emisarios, que fueron corriendo a la carpa, y encontraron el manto que estaba escondido en ella, y la plata debajo de él. (Josué 7, 22)

  • En seguida retiraron las cosas de la carpa, se las presentaron a Josué y a todos los israelitas, y las extendieron delante del Señor. (Josué 7, 23)

  • Entonces Josué tomó a Acán, hijo de Zéraj, con la plata, el manto y el lingote de oro, a sus hijos y sus hijas, sus vacas, sus ovejas y sus asnos, su carpa y todo lo que poseía, y los condujo hasta el valle de Acor, acompañado de todo Israel. (Josué 7, 24)

  • Toda la comunidad de los israelitas se reunió en Silo, y allí fue instalada la Carpa del Encuentro. El país ya estaba sometido a los israelitas, (Josué 18, 1)

  • Estas son las posesiones que el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun y los jefes de familia de las tribus israelitas distribuyeron mediante un sorteo en Silo, en la presencia del Señor, a la entrada de la Carpa del Encuentro. Así se puso término a la repartición del país. (Josué 19, 51)

  • Mientras tanto, Sísara huyó a pie hasta la carpa de Jael, la esposa de Jéber, el quenita, porque Iabín, rey de Jasor, y el clan de Jéber, el quenita, estaban en buenas relaciones. (Jueces 4, 17)

  • Jael le salió al encuentro y le dijo: "Ven, señor mío, pasa por aquí. No temas". Él entró en su carpa, y ella lo tapó con una manta. (Jueces 4, 18)

  • Él le siguió diciendo: "Quédate a la entrada de la carpa, y si viene alguien y te pregunta: ‘¿Hay aquí algún hombre?’, respóndele que no". (Jueces 4, 20)

  • Pero Jael, la esposa de Jéber, sacó una estaca de la carpa, tomó en su mano un martillo y, acercándose a él sigilosamente, le clavó la estaca en la sien, hasta hundirla en la tierra. Sísara estaba profundamente dormido, agotado por el cansancio. Cuando ya estaba muerto, (Jueces 4, 21)

  • Cuando llegó Gedeón, oyó que un hombre le estaba contando un sueño a su compañero. "Tuve un sueño, le decía; vi que una galleta de cebada venía rodando por el campamento de Madián. Al llegar a una carpa, chocó contra ella y la volteó, de manera que la carpa cayó por tierra". (Jueces 7, 13)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina