Fondare 54 Risultati per: Cimientos

• Muchos sacerdotes, levitas y jefes de familia, ya ancianos, que habían visto el primer Templo, prorrumpieron en llanto, mientras veían poner los cimientos del nuevo; pero muchos otros proferían aclamaciones de júbilo. (Esdras 3, 12)

• El rey ha de saber que los judíos que estaban a tu lado y llegaron a Jerusalén están reconstruyendo esta ciudad rebelde y perversa: tratan de restaurar sus murallas y reparan sus cimientos. (Esdras 4, 12)

• Entonces vino Sesbasar y puso los cimientos de la Casa de Dios que está en Jerusalén; desde ese momento hasta ahora se ha continuado la construcción, pero todavía no se ha terminado’. (Esdras 5, 16)

• El primer año de su reinado, el rey Ciro dio esta orden acerca de la Casa de Dios en Jerusalén. La Casa será reconstruida como lugar en el que se ofrecen sacrificios, y serán puestos sus cimientos. Tendrá treinta metros de alto por treinta de ancho, (Esdras 6, 3)

• También había erigido junto a sus puertas unas torres de cincuenta metros de alto, sobre cimientos de treinta metros de ancho; (Judit 1, 3)

• Pero, cuando se desviaron del camino que les había señalado, fueron completamente exterminados en numerosos combates y deportados a una tierra extranjera: el Templo de su Dios fue arrasado hasta sus cimientos, y sus ciudades cayeron en poder de sus adversarios. (Judit 5, 18)

• Las montañas y las aguas se sacudirán desde sus cimientos, las rocas se derretirán como cera en tu presencia, pero tú siempre te muestras propicio con aquellos que te temen. (Judit 16, 15)

• ¡cuánto más en los que habitan en casas de arcilla, y tienen sus cimientos en el polvo! Ellos son aplastados como una polilla, (Job 4, 19)

• Ellos fueron arrebatados antes de tiempo, cuando un río inundó sus cimientos. (Job 22, 16)

• Cuando ceden los cimientos, ¿qué puede hacer el justo?". (Salmos 11, 3)

• Al proferir tus amenazas, Señor, al soplar el vendaval de tu ira, aparecieron los cauces del mar y quedaron a la vista los cimientos. (Salmos 18, 16)

• Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás! (Salmos 104, 5)