Fondare 54 Risultati per: Cimientos

  • Recuerda, Señor, contra los edomitas, el día de Jerusalén, cuando ellos decían: "¡Arrásenla! ¡Arrasen hasta sus cimientos!". (Salmos 137, 7)

  • cuando fijaba su límite al mar para que las aguas no transgredieran sus bordes, cuando afirmaba los cimientos de la tierra, (Proverbios 8, 29)

  • Pasa la tormenta, y ya no existe el malvado, pero el justo tiene cimientos eternos. (Proverbios 10, 25)

  • Después se convertirán en un cadáver infame, objeto de oprobio eterno entre los muertos. El Señor los precipitará de cabeza, sin que puedan hablar, los arrancará de sus cimientos, y serán completamente exterminados: quedarán sumidos en el dolor, y desaparecerá hasta su recuerdo. (Sabiduría 4, 19)

  • porque la bendición de un padre afianza la casa de sus hijos, pero la maldición de una madre arranca sus cimientos. (Eclesiástico 3, 9)

  • El Señor arrasó los territorios de las naciones y las destruyó hasta los cimientos de la tierra. (Eclesiástico 10, 16)

  • las montañas junto con los cimientos de la tierra tiemblan de espanto bajo su mirada. (Eclesiástico 16, 19)

  • Él puso los cimientos de las torres de refuerzo, del alto contrafuerte que rodea al Templo. (Eclesiástico 50, 2)

  • El que huya del grito de terror, caerá en la fosa; el que suba del fondo de la fosa quedará atrapado en la red. Porque están abiertas las compuertas de lo alto y tiemblan los cimientos de la tierra. (Isaías 24, 18)

  • Yo digo de Ciro: "¡Mi pastor!". Él cumplirá toda mi voluntad, diciendo de Jerusalén: "¡Que sea reconstruida!", y del Templo: "¡Se pondrán tus cimientos!". (Isaías 44, 28)

  • ¡Oprimida, atormentada, sin consuelo! ¡Mira! Por piedras, te pondré turquesas y por cimientos, zafiros; (Isaías 54, 11)

  • Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de moradas en ruinas". (Isaías 58, 12)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina