Fondare 795 Risultati per: José de Egipto

  • Y el Faraón siguió diciendo a José: "Ahora mismo te pongo al frente de todo el territorio de Egipto". (Génesis 41, 41)

  • En seguida se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir con ropa de lino fino y le colgó al cuello una cadena de oro. (Génesis 41, 42)

  • Luego lo hizo subir a la mejor carroza después de la suya, e iban gritando delante de él: "¡Atención!". Así le dio autoridad sobre todo Egipto. (Génesis 41, 43)

  • El Faraón dijo a José: "Yo soy el Faraón, pero nadie podrá mover una mano o un pie en todo el territorio de Egipto si tú no lo apruebas". (Génesis 41, 44)

  • Luego impuso a José el nombre de Safnat Panéaj, y le dio por esposa a Asnat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. Y José fue a recorrer el país de Egipto. (Génesis 41, 45)

  • Cuando se puso al servicio del Faraón, rey de Egipto, José tenía treinta años. José se alejó de la presencia del Faraón e hizo un recorrido por todo el territorio de Egipto. (Génesis 41, 46)

  • De esa manera, José acumuló una enorme cantidad de cereales, tanto como la arena del mar, hasta tal punto que dejó de llevar un control, porque superaba toda medida. (Génesis 41, 49)

  • Antes que comenzaran los años de hambre, José tuvo dos hijos, que le dio Asnat, la hija de Potifera, el sacerdote de On. (Génesis 41, 50)

  • Entonces terminaron los años en que Egipto gozó de abundancia, (Génesis 41, 53)

  • y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos. (Génesis 41, 54)

  • Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre, y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: "Vayan a ver a José y hagan lo que él les diga". (Génesis 41, 55)

  • Como el hambre se había extendido por todo el país, José abrió los graneros y distribuyó raciones a los egipcios, ya que el hambre se hacía cada vez más intensa. (Génesis 41, 56)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina