Fondare 74 Risultati per: Mató

  • Ahí mismo mató al delegado real que obligaba a ofrecer los sacrificios y destruyó el altar. (I Macabeos 2, 25)

  • Al enterarse de esto, Judas salió a su encuentro, lo derrotó y lo mató. Muchos sucumbieron y los demás se dieron a al fuga. (I Macabeos 3, 11)

  • y se deslizó por debajo del elefante, clavándole su espada. Al desplomarse por tierra el animal, cayó sobre él y lo mató. (I Macabeos 6, 46)

  • Entonces el ejército los mató y Demetrio ocupó su trono real. (I Macabeos 7, 4)

  • Por eso Menelao, en conversaciones secretas con Andrónico, lo instigaba a matar a Onías. Entonces Andrónico se presentó ante Onías, y se ganó astutamente su confianza, estrechándole la mano derecha con un juramento. Así lo persuadió a que saliera de su refugio -aun sin disipar toda sospecha- y lo mató inmediatamente, conculcando toda justicia. (II Macabeos 4, 34)

  • Entonces hizo pasar al filo de la espada a todos los que habían salido a ver el espectáculo. Luego dio una batida por la ciudad con los soldados armados y mató a una gran muchedumbre. (II Macabeos 5, 26)

  • Después, Judas marchó contra Carnión y contra el templo de Atargatis y mató a veinticinco mil personas. (II Macabeos 12, 26)

  • porque son muchas las víctimas que ella hizo caer, y eran fuertes todos los que ella mató: (Proverbios 7, 26)

  • ¿Acaso, siendo joven, no mató a un gigante y extirpó el oprobio del pueblo, cuando lanzó una piedra con la honda y abatió la arrogancia de Goliat? (Eclesiástico 47, 4)

  • ¿Acaso el Señor lo ha golpeado como golpeó al que lo golpeaba? ¿Lo ha matado como mató a los que lo mataban? (Isaías 27, 7)

  • Ismael mató también a todos los judíos que estaban con Godolías en Mispá, y a los guerreros caldeos que se encontraban allí. (Jeremías 41, 3)

  • Como la orden del rey era perentoria y el horno estaba muy encendido, la llamarada mató a los hombres que habían llevado a Sadrac, Mesac y Abed Negó. (Daniel 3, 22)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina