Fondare 50 Risultati per: Rojo

  • o lo hace semejante a un vil animal. Después, lo recubre de minio, colorea la superficie de rojo, y disimula todos sus defectos con un enduido; (Sabiduría 13, 14)

  • Se vio a la nube cubrir el campamento con su sombra y emerger la tierra seca de lo que antes era agua; apareció en el Mar Rojo un camino despejado y una verde llanura, entre las olas impetuosas: (Sabiduría 19, 7)

  • ¡Ay del que dice: "Me edificaré una casa espaciosa, con pisos altos bien aireados", y luego le abre ventanas, la recubre de cedro y la pinta de rojo vivo! (Jeremías 22, 14)

  • Por el estruendo de su caída tiembla la tierra, y el eco resuena hasta el Mar Rojo. (Jeremías 49, 21)

  • Pero Oholibá fue más lejos todavía con sus prostituciones: vio unos hombres esculpidos en el muro, imágenes de caldeos pintadas de rojo, (Ezequiel 23, 14)

  • Coloca luego la olla vacía sobre las brasas, para que se recaliente y el bronce se ponga al rojo vivo, para que se fundan las impurezas dentro de ella y se consuma su herrumbre. (Ezequiel 24, 11)

  • Yo tuve una visión durante la noche: Había un hombre montado en un caballo rojo. Estaba parado entre los mirtos que se encuentran en la hondonada, y detrás de él había caballos rojos, alazanes, negros y blancos. (Zacarías 1, 8)

  • Él les respondió: «Al atardecer, ustedes dicen: "Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo como el fuego". (Mateo 16, 2)

  • Y de madrugada, dicen: "Hoy habrá tormenta, porque el cielo está rojo oscuro". ¡De manera que saben interpretar el aspecto del cielo, pero no los signos de los tiempos! (Mateo 16, 3)

  • Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo. (Mateo 27, 28)

  • Él los liberó, obrando milagros y signos en Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto, durante cuarenta años. (Hechos 7, 36)

  • Por la fe, los israelitas cruzaron el mar Rojo como si anduvieran por tierra firme, mientras los egipcios, que intentaron hacer lo mismo, fueron tragados por las olas. (Hebreos 11, 29)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina